La realidad es a la fantasía, lo que es la noche para el día: dos fenómenos que se repelen y dos verdades que son apariencias.
Si los celos son señales de amor, es como la calentura en el hombre enfermo, que el tenerla es señal de tener vida, pero vida enferma y mal dispuesta.
La realidad es a la fantasía, lo que es la noche para el día: dos fenómenos que se repelen y dos verdades que son apariencias.
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