miércoles, 13 de junio de 2012
lunes, 11 de junio de 2012
NO ES QUE MUERA DE AMOR....
No es que muera de amor, muero de ti.
Muero de ti, amor, de amor de ti,
de urgencia mía de mi piel de ti,
de mi alma, de ti y de mi boca
y del insoportable que yo soy sin ti.
Muero de ti y de mi, muero de ambos,
de nosotros, de ese,
desgarrado, partido,
me muero, te muero, lo morimos.
Morimos en mi cuarto en que estoy solo,
en mi cama en que faltas,
en la calle donde mi brazo va vacío,
en el cine y los parques, los tranvías,
los lugares donde mi hombro
acostumbra tu cabeza
y mi mano tu mano
y todo yo te sé como yo mismo.
Morimos en el sitio que le he prestado al aire
para que estés fuera de mí,
y en el lugar en que el aire se acaba
cuando te echo mi piel encima
y nos conocemos en nosotros,
separados del mundo, dichosa, penetrada,
y cierto , interminable.
Morimos, lo sabemos, lo ignoran, nos morimos
entre los dos, ahora, separados,
del uno al otro, diariamente,
cayéndonos en múltiples estatuas,
en gestos que no vemos,
en nuestras manos que nos necesitan.
Nos morimos, amor, muero en tu vientre
que no muerdo ni beso,
en tus muslos dulcísimos y vivos,
en tu carne sin fin, muero de máscaras,
de triángulos oscuros e incesantes.
Muero de mi cuerpo y de tu cuerpo,
de nuestra muerte, amor, muero, morimos.
En el pozo de amor a todas horas,
inconsolable, a gritos,
dentro de mi, quiero decir, te llamo,
te llaman los que nacen, los que vienen
de atrás, de ti, los que a ti llegan.
Nos morimos, amor, y nada hacemos
sino morirnos más, hora tras hora,
y escribirnos y hablarnos y morirnos.
Muero de ti, amor, de amor de ti,
de urgencia mía de mi piel de ti,
de mi alma, de ti y de mi boca
y del insoportable que yo soy sin ti.
Muero de ti y de mi, muero de ambos,
de nosotros, de ese,
desgarrado, partido,
me muero, te muero, lo morimos.
Morimos en mi cuarto en que estoy solo,
en mi cama en que faltas,
en la calle donde mi brazo va vacío,
en el cine y los parques, los tranvías,
los lugares donde mi hombro
acostumbra tu cabeza
y mi mano tu mano
y todo yo te sé como yo mismo.
Morimos en el sitio que le he prestado al aire
para que estés fuera de mí,
y en el lugar en que el aire se acaba
cuando te echo mi piel encima
y nos conocemos en nosotros,
separados del mundo, dichosa, penetrada,
y cierto , interminable.
Morimos, lo sabemos, lo ignoran, nos morimos
entre los dos, ahora, separados,
del uno al otro, diariamente,
cayéndonos en múltiples estatuas,
en gestos que no vemos,
en nuestras manos que nos necesitan.
Nos morimos, amor, muero en tu vientre
que no muerdo ni beso,
en tus muslos dulcísimos y vivos,
en tu carne sin fin, muero de máscaras,
de triángulos oscuros e incesantes.
Muero de mi cuerpo y de tu cuerpo,
de nuestra muerte, amor, muero, morimos.
En el pozo de amor a todas horas,
inconsolable, a gritos,
dentro de mi, quiero decir, te llamo,
te llaman los que nacen, los que vienen
de atrás, de ti, los que a ti llegan.
Nos morimos, amor, y nada hacemos
sino morirnos más, hora tras hora,
y escribirnos y hablarnos y morirnos.
Alex Ubago - Estar contigo (Anime♥)
ESTAR ENAMORADO (A) TE LLEVA SENTIR LA NECESIDAD DE ESTAR CON ESA PERSONA MUCHO MÁS TIEMPO.
Tú me cambiaste la vida
EN EL AMOR MUCHOS NOS CAMBIAN LA VIDA YA SEA CON VERDADES O CON MENTIRAS PERO NOS SENTIMOS DIFERENTES ANTE ESTE SENTIMIENTO.
miércoles, 6 de junio de 2012
Los celos son una prueba de amor.
Me parece que los celos están muy lejos de ser una prueba de amor, incluso pueden destruirlo y minar la confianza. Hay gente que se vuelve celosa sin tener motivos reales, y es que los miedos pueden hacerlos interpretar ciertas situaciones o actitudes como amenazas.
Todos somos celosos en mayor o menor medida, ya sea porque andamos con el autoestima en el suelo, porque tenemos miedo a estar solos, a perder lo que hemos construido o a ser traicionados.
Lo importante es solucionarlo —en terapia o como uno mejor pueda— de manera que que eso no termine por transformarnos en espías o inquisidores de nuestra pareja.
Me parece que los celos están muy lejos de ser una prueba de amor, incluso pueden destruirlo y minar la confianza. Hay gente que se vuelve celosa sin tener motivos reales, y es que los miedos pueden hacerlos interpretar ciertas situaciones o actitudes como amenazas.
Todos somos celosos en mayor o menor medida, ya sea porque andamos con el autoestima en el suelo, porque tenemos miedo a estar solos, a perder lo que hemos construido o a ser traicionados.
Lo importante es solucionarlo —en terapia o como uno mejor pueda— de manera que que eso no termine por transformarnos en espías o inquisidores de nuestra pareja.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)